Este trabajo analiza en perspectiva territorial el uso de los Servicios Económicos de Interés General (SEIG), cuyo acceso generalizado en igualdad de condiciones es considerado clave, por los reguladores europeos, para la cohesión social y regional, en particular tras los procesos de privatización, liberalización y desregulación de la oferta. Para ello, utiliza como fuente principal las preferencias reveladas por los ciudadanos a partir del gasto de los hogares, en función de las características de su lugar de residencia.